domingo, 15 de diciembre de 2013



Es indudable, que la práctica debe ser el principal método de aprendizaje, vital y educativo para llegar a producir los cambios necesarios en la vida de muchos jóvenes que se ven marginados, por una actitud política de gobiernos e instituciones que los encasillan en un lugar,que no les permiten pelear en igualdad de condiciones, para ganarse un lugar en el mundo del trabajo. 

Considerando que el trabajo disciplina y desarrolla la subjetividad de los individuos, los transforma en hombres, es indispensable que la política educativa debe ser inclusiva y transformadora de la realidad. Y para convertir a los niños y adolescentes en hombres vinculados al mundo del trabajo, y con conciencia de pertenencia a una clase, que es la de los trabajadores y no otra, debemos reconocer que si bien el educador no tiene por fin el trabajo político con esos jóvenes, sí debemos reconocer que la  ideología política de cada docente influye en su forma de encarar la relación educativa y su grado de compromiso en la misma. 


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